Disney Mix Episodio 3 "Amor a la vista."

Violeta paseaba tranquilamente por el Parque de Disney. Entonces se encontró con Tony Ridynger, el chico con el que salía. 

-¡Hola, Violeta!- la saluda Tony. Parece nervioso.

-Hola, Tony. ¿A qué viene ésa cara de sorprendido?-

-Ehm... esto... ¡Qué bien nos lo pasamos el sábado en el cine, eh!- exclama Tony, con una sonrisa forzada.

-Tony, dime que pasa.- insiste Violeta.

-Eeeehhh... Verás, pueees...- Tony se rasca la nuca y carraspéa tres veces.-Voy... Voy a salir con otra... Lo siento, Violeta.-

-¡Ah!- Violeta ahoga una exclamación, tapándose la boca con la mano.

-¡Pe-pero Tony...! ¿Por qué...?- tartamudea.

-Verás, Violeta, lo cierto esque yo te quiero... pero cómo amiga. No veo la química suficiente entre nosotros dos cómo para salir cómo novios, y la chica a la que he conocido es genial... ¡Y tu también lo eres, pero...! Lo siento.- dice Tony, encogiéndose de hombros. Luego se va.

Violeta se queda mirando cómo Tony se va. Violeta emite un flojo puchero y un gemido, y de sus grandes ojos oscuros empiezan a caer varias lágrimas. Corre hacia un callejón, se sienta sobre el césped, apoyada en el muro, y empieza a llorar a lágrima viva.

Pasa por allí Wilbur Robinson, mirando alrededor mientras se rasca la cabeza.

-¡Ajá! ¡Seguro que perdí aquí las piezas...! No, aquí no. Pero, ¿quizá en la otra punta de Disney...? ¿A qué están ahí? Voy para allá.- dice en voz alta.


Se gira y se dispone a caminar cuándo escucha un sollozo lejano.

-¡Snif, sigh...!-

-¡Eh! ¿Quién está llorando?- pregunta Wilbur girándose hacia todos los lados. Se guía por el sonido del sollozo y llega hacia el muro de piedra. Violeta, sentada en el suelo, con la espalda pegada al muro y la cabeza entre las manos, llora desconsoladamente.

Wilbur se sube a un arbuto, se asoma al muro y ve a Violeta.

-¡Snifff...!- llora ésta, dolorida.

-Oh...- murmura Wilbur, sintiendo que su corazón se parte al ver llorar a ésa atractiva desconocida.

Wilbur se atusa el pelo, salta el muro discretamente, se esconde, y luego aparece ante Violeta con aires de chici ligón.

-Hola, nena.-

Violeta levanta su cabeza y mira a Wilbur durante apenas una décima de segundo. Luego vuelve a apoyarla en sus manos y sigue llorando.

-¿Qué hace una chica cómo tú llorando en un lugar cómo éste?- pregunta Wilbur, apoyando su espalda contra el muro y cruzando los brazos.

Violeta solloza, con la voz quebrada:

-Déjame.-

Wilbur se incorpora y agita el dedo índice con desaprobación.

-¡Oye! ¡Nadie le habla de ésa manera a Wilbur Robinson!-

Violeta, aunque no quiere reírse, no puede evitar hacerlo. Luego se frota los ojos y se pone de pie.


-Encantada.- dice. Sorbe por la nariz.-Yo me llamo Violeta.-

Wilbur aprovecha que ha roto el hielo y se acerca a Violeta, sonriendo radiantemente. Se cuela tras ella y le pone una mano en el hombro.

-¡Violeeeeeeta! ¡Qué nombre tan elegante y bonito...! Cómo su dueña.- dice, guiñando un ojo.


Violeta se ríe un poco.


-Dime, ¿qué te ha pasado? Cuéntaselo a Wilbur.- añade el joven.


Violeta suspira y sus ojos se humedecen.

-Mi novio... me ha... dejado.-

<<¡Sí!>> piensa Wilbur, triunfante. Sin embargo, pone una voz lastimera y compasiva, y dice:

-Oh, vaya... Lo siento mucho... ¿quién era tu novio?-


Violeta se gira, asoma la cabeza por el muro, y mira a Tony, que pasa por allí en ése preciso instante.

-Ése de ahí... Se llama Tony.- dice Violeta.

-Hum... Tiene cara de lelo.- dice Wilbur en voz baja.

Violeta se ríe.

-¿Estás sonriendo? No se te ve la cara. Con el pelo puesto de ésa manera...- dice Wilbur.

-Espera, ahora vuelvo.- dice Violeta. Y se va.

Al cabo de un rato, vuelve con una camiseta rosa y una felpa rosa. Ahora se le ve toda la cara, porque la felpa le recoge el pelo.

-¿Así mejor?- pregunta Violeta, sonriendo.

-¡Muuucho mejor!- sonríe Wilbur.

-Gracias, Wilbur. Gracias por animarme...- dice Violeta tímidamente.

Wilbur, sonrojado, se rasca la nuca.

-De nada. Ehm... Esto... Oye, te apetecería ir a tomar algo, a cenar por ahí...-

Violeta lo calla poniéndole el dedo índice en los labios.

-O... simplemente podemos ir a dar un paseo.- dice.

-¡Sí, sí! Estupendísima idea, aparte de que no llevo dinero suelto... Ejejejeje... Así que tampoco podríamos haber ido por ahí...- dice Wilbur, con la voz temblona.

Se acerca Tony.

-Hola, Violeta... ¿Quién es tu amigo?- pregunta, mirando a Wilbur de arriba a abajo.

Violeta responde enfadada:

-Es Wilbur Robinson, alguien con mucho más corazón que tú.-

-¡Eh! Te he dejado hace cinco minutos, ¿y ya estás con otro? Bueno, que más da. Al fin y al cabo ya no somos novios, puedes salir con quien quieras. Hasta con paletos cómo éste.- dice Tony.


Wilbur cierra los puños y se pone rojo de rabia.


-Pues éste paleto tiene unas cuántas palabras para decirte, amigo mío...- dice Wilbur avanzando hacia Tony. Pero Violeta lo coge delicadamente del brazo y lo detiene.


-Déjalo.- dice.


Wilbur obedece y Violeta se pone ante él, mirando a Tony con furia.


-Que sepas, Tony.- empieza.-Que tú nunca, nunca, podrás ser ni siquiera la mitad de fantástico de lo que lo es Wilbur.- dice.


Wilbur abre la boca de par en par y le da un tic en el ojo.
Tony frunce el ceño.


-Ya...- murmura.-Seguro... En fin, me voy con mi nueva chica. ¡Qué os vaya bien...!- dice. Sus últimas palabras estaban empapadas de sarcasmo.


Se aleja y Violeta se gira hacia Wilbur. Éste sigue boquiabierto y con la mirada perdida.


-Ehm... ¿Estás bien?- le pregunta Violeta retrocediendo un poco.


Wilbur sacude la cabeza para volver en sí.


-¡Sí, sí, sí! Estoy... bien.- dice con lengua de trapo.


Violeta le coge del brazo.


-Bueno, ¿paseamos o no?- dice.


-¡Claro! ¡Claro...!- sonríe Wilbur.